Historia de la virgen sabalera

La historia nace después de la Copa América, pero tenía antecedentes. El seleccionado argentino no pudo ganar en "Cementerio de los Elefantes", donde Colón de Santa Fe hace las veces de local. A partir de ese hecho se instaló, primero como broma, que la cancha estaba engualichada.

Pero el certamen continental pasó sin pena ni gloria para los hinchas "albiceleste" y el rumor siguió con la llegada del torneo Apertura. Es que Colón se hizo débil de local y el Cementerio ya no era el reducto donde todos los grandes iban y salían sin llevarse la victoria. Es más, la broma comenzó a tornarse creencia, y así un grupo de jugadores habría llevado a un vidente al estadio, que habría señalado que un monumento estaba complicando la suerte "sabalera".

Los ojos apuntaron a la Virgen de Guadalupe, regalada en 2002 por el uruguayo Jorge Fossati, entonces técnico del equipo santafecino. El rumor se volvió una carga para los jugadores, quienes elevaron el pedido a la dirigencia.

El tiempo pasó, la virgen siguió en el estadio y Colón perdió el clásico con Unión. Entonces tomaron la decisión. El miércoles pasado, la Virgen fue "expulsada" con el pretexto de que sería restaurada y reubicada. Pero las voces de los hinchas en redes sociales y radios santafesinas mostraron su descontento.

La dirigencia aclaró que "el costo de la restauración y traslado de la imagen correrá por cuenta del plantel profesional". Sin embargo, los hinchas descreen de esa idea y le apuntan todos sus cañones a Ariel Garcé, a quien señalan como el responsable de la idea y hasta dicen que fue él quien se subió a una grúa para arrancarla de su trono.

Por lo pronto, la movida, que parecía ser parte del folclore del fútbol, salió mal, terminó en escándalo. Y ahora que el "Sabalero" derrotó de local a San Lorenzo, ¿la virgen volverá al lugar donde estaba emplazada?